A veces puede ser extremadamente frustrante para los hombres el no poder atraer las mujeres que realmente les interesan. Especialmente cuando ven a otros hombres que aparentemente pueden atraer esas mismas mujeres con facilidad.
El miedo a ser rechazado o a fallar es tan intenso que hace que la mayoría de los hombres ni siquiera hagan el intento. Sus deseos son reprimidos y se convierten en un enorme estrés emocional.