Mientras su visión terrenal mengua, la gloria del cielo ilumina a medida que Billy Graham, el querido evangelista, comparte la realidad de la eternidad desde su pasado y presente. Si bien ya no predica desde los estadios mundiales, sentirás que su corazón aún late con fuerza con la rotunda certeza de que pasará la eternidad con Jesucristo, el salvador del mundo, invitando a otros a contemplar su esperanza eterna. Cuando se le preguntó, «¿dónde está el cielo?» el señor Graham sabiamente respondió: «el cielo es donde está Jesucristo, y yo voy a él pronto».