Esta poesía de los trovadores, que constituiría el primer modo de expresión del amor «romántico», supuso tal cambio respecto de la literatura precedente que, como el propio Lewis señala, «no dejó intocado rincón alguno en nuestra ética, nuestra imaginación y nuestra vida diaria, erigiendo barreras infranqueables entre nosotros y el pasado clásico o el presente oriental. Comparado con esta revolución, el Renacimiento es un simple remolino en la superficie de la literatura».